SOLAR DE BUJADAS (SUESA)

Vamos hoy con un restaurante distinto. Unico quiza y digno de un final de Tarantino. Nuestro director de redaccion personalmente dara buena cuenta de lo que alli se cuece. 



¿Alguna vez han comido en un sitio especial, diferente, raro u abstracto? Hoy hablaremos de los misterios que oculta este lugar tan bien valorado por los internautas y que se esconde a la vista de muchos. Comenzamos.


En un largo y tendido debate sobre elegir en qué  establecimiento comer como bien podía ser: un restaurante, bar, tasca, taberna, ruina... Deliberamos una nueva opción, "la casa de una señora que te da de comer lo que hay, como si estuviésemos en casa". No sonaba nada tentador el poder ir a tal sitio y que pusieran algo que no llegase a atraernos.. pero un FoodPunisher debe exponerse ante cualquier peligro, si hay que ir, hay que ir y punto. Sin más dilación y con los rostros llenos de incertidumbre, nos aventuramos en aquel pueblecito casi desierto, para llenar el buche e intentar degustar la comida casera de la "yaya".


En un intento por abrir el portón, que bien podía ser sacado de Juego de Tronos, conseguimos entrar. Allí nos encontramos con una señora muy amable y muy simpática que nos ofrecía entrar.

En la entrada pudimos observar lo bien cuidada que estaba la finca, solo le faltaba el gnomo en el jardín.

Una vez dentro nos sentamos en una mesa redonda, demasiado grande para el gusto de algunos quienes prefieren estar cerca de su prometida y muy amplia para los que quieren desabrocharse el cinturón después de apretarse un cocido entre pecho y espalda y que 'la Mari' no les moleste. Además de contar con una chimenea y un ambiente refinado.


Comenzó la comida con unos aperitivos de pularda escabechada y con un montado de salmón. Un sabor similar al del atún, pero apetitoso, perfecto para despertar el paladar, el salmón venía con queso y una tosta en forma de canapé, se puede comer.



En el transcurso de la comida pudimos observar los atuendos del camarero y el gesto serio que llevaba consigo, quizás no hubiese conocido mujer o igual podría tener un mal día. No quisimos indagar más en el asunto ya que parecía dispuesto a no querer gesticular palabra con nosotros, bien podría ser una muela del juicio peleona que le estuviese torturando por dentro y le hacía estar tan serio como si de un entierro se tratase.


Con la llegada de los primeros (una crema de la huerta con champiñones) pudimos escuchar melodía celestial que salía de ese 'cuenquito' y que nos embelesaba constantemente cucharada tras cucharada. Hubiese sido una obra de arte para alguien de fuera, pero para un Punisher solo fue un pequeño insulto a nuestra inteligencia, ya que como buenos lectores que somos todos, en el menú, se podía leer perfectamente que esa crema tan tan deliciosa venía con champiñones, PLURAL. Y no con 1 Champion atravesado con un palillo en forma de decorativo. Aún así el paladar estaba contento.


En el transcurso de la comida uno de nuestros Punisher pudo observar el retrato de una señora que le miraba instintivamente, con cara de amargura y de haber vivido a duras penas la guerra civil. Inquietante para una persona que solo quiere comer y sentirse agusto, pero le daba un toque de 'especial' a aquel lugar.


Seguimos con un pollo de corral a la campesina en el que tendríamos que detenernos a pensar en el minutos más tarde. Aquel pollo tenía una salsa muy sabrosa  y por dentro estaba delicioso, tierno,joven, apetitoso....como el torso de Beyoncé. (en sus buenos tiempos).


Terminamos con un mascarpone de postre para finalizar una comida catalogada de 'rica' en todos los aspectos, también nos centraremos en ese aspecto más tarde.


Para poner la guinda del pastel o más bien para quitársela tomamos un deplorable café de máquina Nespresso o sucedáneos, que nos producía dolor el poder observar un ambiente tan casero y tan rural con esa máquina tan obsoleta que hacía tanto daño a la vista, fue  como si a un cuadro de Goya le pusieran un Pokémon al lado, ¿espantoso verdad? y con la sencillez que hubiese tenido el preparar un café de puchero en aquella chimenea tan magnífica que tenían...


Y porfin llega el final de esta historia tan contradictoria, el momento de volver o no se decidía en el 90 más el añadido, la cuenta.


Como decíamos antes, habíamos catalogado la comida de 'rica' en todos los aspectos. Muy bien, ¿Alguien sabe el coste que tiene lo que comimos? El precio acabó siendo por encima de aquel cuadro inquietante, nuestro mayor enemigo. 

De la boca de una de nuestras Punisher: 'Yo no pago 30€ por dos cachos de pollo y un puré'

Esto nos marcó un antes y un después en aquel sitio, como experiencia nos enriqueció a todos, pero más a ellos desde luego, además de no saber en esa casa quién es Hacienda (que en teoria somos todos...) 


Aquí termina el análisis de lo que fue y podría haber sido.